Ron y Diamantes

Chino, 15 de marzo, 2004

Como contara en otro artículo (“Merecidas vacaciones II”) en nuestro viaje a las Islas Vírgenes compramos unas cuantas botellas de ron. Pero no se trataba de un ron cualquiera... sino del ron oficial de la Armada Británica desde hace casi 300 años!!! Y si de algo podemos estar seguros, es de la fama bien ganada de los ingleses como “dueños” del mar y piratas”legales” de la Corona... Y todos esos lobos de mar recorriendo el mundo y conociendo sus mil productos eligieron ESE ron como el mejor... Confiando ampliamente en su criterio compramos 6 botellas!!!

Al llegar a Buenos Aires, regalamos la mitad de la carga y nos guardamos tres botellas para agasajar a nuestros amigos. Como yo estaba embarazada no probé ni un traguito durante 8 meses... pero cada vez que se abría la botella olía el exquisito aroma dulce y seco del “Pussers Rum”. Pero el embarazo avanzaba y las botellas se iban vaciando... Al final escondí lo poco que quedaba de la última para cuando hubiera nacido nuestra hija...

Pasaron los años, nacieron nuestros tres hijos, perdimos todas nuestras cosas materiales, ganamos un montón de amigos, sufrimos un montón y crecimos mucho más.... Por eso cuando se acercaba nuestro séptimo aniversario de casados, empecé a pensar en un buen regalo, de bajo presupuesto y mucho significado, para expresarle a mi rey cómo yo veía estos siete primeros años de matrimonio... Obviamente cuando di el “si” frente a Dios y a la sociedad entera, frente al mundo, quería y admiraba mucho a mi marido... Ahora, pasados los años, mi admiración, respeto y cariño han aumentado hasta adquirir proporciones gigantescas. Sus logros profesionales, su integridad, su honestidad en los negocios, su lealtad con los amigos y familiares, su ternura con los chicos, su fortaleza, su entrega cariñosa a mi... todo su obrar me llenan de una profunda admiración y orgullo!! Por eso al poco tiempo de venir a vivir a USA, cuando recibí una carta lindísima de mamá, la copiè y la guardé en un lugar muy especial... Porque cuando otros ven lo que yo veo, cuando otros reconocen y aprecian a mi rey... eso me llena de felicidad!! En su carta mi madre decía: “La verdad es que no podemos cambiar muchas de las cosas que vivimos en lo cotidiano y ahí está el quid de los que viven y los que están muertos en vida. (...) A mi me llena de orgullo ver cómo ustedes lo están haciendo, con que garra, con qué esfuerzo, con qué pulmones. La verdad es que es digno de todo respeto. (...) Asì que felicitaciones, que por el poco tiempo que llevan allí han hecho y logrado, con la gracia de Dios, una montaña difícil de escalar. La verdad que solo resta sacerles el sombrero y decirles “congratulations” (...) Para Alfonso, que es quien conduce el barco “chapeaux”!!!

Por eso para homenajear al capitán del barco, entré en el website oficial de Pussers, en el buscador de un “store”, puse mi código postal e imprimí las direcciones para llegar al “liquor store” donde vendían el famoso ron. Con mucho tiempo de anticipación, para que no se olvidara, le recordé a mi marido que se acercaba nuestro aniversario... Un día, después de llevar a los chicos al colegio, partí con Nicolás a la ciudad de Upland para ver si encontraba “nuestro” brebaje... Efectivamente ahí lo pude comprar... de hecho creo que por las dimensiones del negocio, podría haber comprado cualquier bebida alcoholica que se me antojara, procedente de cualquier lugar del mundo!!!

El 15 a la mañana, a las cinco para ser más exacta, mientras Alfonso se preparaba para salir, yo hice un riquísimo desayuno. Y sobre la mesa puse mi regalo, cuidadosamente envuelto. Alfonso me trajo el mío... unos conjuntos de ropa muy cómodos y lindos... Y cuando sacó el papel del envoltorio, no podía creer lo que veía.. “dónde conseguiste esto??!!!” “ah! Surprise!” “qué bueno!!”.. “te fuiste al Caribe?”... “se consigue acá?”.. “guau”!!! “gracias”...

Partió a San Juan de Capistrano (justo hoy le tocaba ir a San Juan... más lejos, más tráfico, más temprano, más tarde.....) Pero al volver acostamos a los chicos y nos dispusimos a celebrar con un riquísimo copetín a la luz de muchas velas... Champagne, velas, camambert, baguette, roquefort, “tacos”... Agradecimientos y saludos...

En eso, uno de los chicos reclamó mi presencia en el cuarto y al volver junto a las velas y mi copa de “champú!” había una cajita dorada... y dentro de la cajita una caja de cuero blanca (típica de joyería)... “y esto?”... y dentro de la cajita blanca... un anillo lindísimo de brillantes!!!!!!!!!!! Cuatro tiritas de oro sirven de base para sostener seis estrellas de brillantes... me entró perfectamente en el dedo anular derecho!!! Y lo miré a mi marido con la sorpresa pintada en la cara!! “estás loco??!”... “me encanta!”... “pero si estamos en la bancarrota más absoluta!!... “mi reina se merece todos los diamantes del mundo!!!”... no lo podía creer!!!! Este no era el primer anillo de diamantes que me daba mi marido... pero las circunstancias, la sorpresa... hicieron de éste el anillo más cargado de significado que nunca haya recibido...

HOMBRES DEL MUNDO ENTERAOS!!!... a las mujeres nos encanta que nos regalen joyas!!! Porque son lindas... porque son caras... porque brillan... porque son inútiles... porque, por todo esto (y mucho más), son la mejor expresión del cariño que nos tenéis!!!!!

Empezamos nuestra vida de casados con muchas cosas buenas y lindas a nuestro alrededor... Ahora celebrábamos nuestro séptimo aniversario más contentos que nunca, más maduros, más viejos, más pobres, metidos en un lugar que no nos gusta... pero eso sí... con ron y diamantes!!! Eso es estilo....

Dolores

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